lunes, 29 de abril de 2013

Mis lecturas.- Samuel Beckett.- Malone muere.



LITERATURA Y VIDA
Mis lecturas
SAMUEL BECKETT.- Malone muere
Por Abel Hurtado


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He leído Malone muere, la segunda novela de su trilogía, formada por Molloy (1951) ,  Malone muere ( 1952) que ahora comento y El innombrable (1953) . MI deseo es leer Molloy y El Innombrable para comentarlos en estas páginas.
            Samuel Beckett tiene el genio de poder escribir la tragicomedia de los momentos más terribles del ser humano. Personalmente, admiro su actitud en la vida, fiel a sus escritos; por ejemplo, escoge el color de la lápida de su tumba, al lado de su esposa, diciendo “De cualquier color, siempre que sea gris”.
            Beckett era fan acérrimo de los Hermanos Marx, lo que habla mucho de su espíritu. Leer Malone muere, pienso tiene mucho de esa alma .

            Malone se encuentra tendido en una cama de hospital, muriendo:

“Pronto, a pesar de todo, estaré por fin completamente muerto. El próximo mes, quizás. Será, pues, abril o mayo. Porque el año acaba de empezar, mil pequeños indicios me lo dicen. Tal vez me equivoque y deje atrás San Juan e incluso el 14 de julio, fiesta de la libertad. Qué digo, tal como me conozco, soy capaz de vivir hasta la Transfiguración o hasta la Asunción. Pero no creo, no creo equivocarme al decir que dichas fiestas, este año, se celebrarán sin mí”

Beckett desarrolla la novela en un monólogo Joyceano..

Pienso que  el monólogo en la cama de hospital de alguna forma es una referencia a una situación similar que vivió en lo personal.,

Una madrugada de enero de 1938, volvía a su casa con unos amigos, cuando un proxeneta, irónicamente de nombre Prudent, le ofreció de mala manera sus servicios y después lo apuñaló. Más tarde, Beckett sólo recordaría que de pronto se encontró herido en el suelo. El arma le pasó rozando el corazón y se salvó por muy poco de la muerte. Joyce   consiguió para su  amigo una habitación privada en el hospital. La publicidad generada atrajo la atención de la pianista y jugadora de tenis Suzanne Dechevauz-Dumesnil,  varios años mayor que Beckett, y que había tenido algún trato con él durante su primera estancia en París. En esta ocasión, los dos iniciaron una relación que duraría toda la vida. Suzanne murió al lado de Beckett 51 años después en 1989, y él le siguió poco después.




            Hablar de la muerte, es un tema tabú en el mundo occidental. Realmente les aterroriza y prefieren no hacerlo . La única excepción es mi país, México,  por lo cual se nos considera excepcionales en el mundo. Quizás tengan  razón.
En cambio en el oriente, la muerte se ve con familiaridad y tranquilidad. El lama dice que todo se basa en cómo ellos ven la vida y la muerte, formando parte de un breve lapso dentro de un hilo continuo de la eternidad.
            Recuerdo un cuento sufí:
            “Un gran sultán llamó al mejor mago Sufi de su reino para que le dijera su futuro.. Le advirtió: “Sólo dame buenas noticias porque si no morirás”
            El mago le dijo al sultán:
            -Morirá tu padre, morirás tú, morirá tu hijo.
            El sultán angustiado le dijo:
            -¡Morirás! Te advertí que me dieras sólo buenas noticias en mi futuro.
            El mago contestó:
            Son buenas noticias. Las malas serían si te hubiera dicho en tu futuro: Morirá tu hijo, morirás tú, morirá tu padre.”
            Samuel Beckett narra lo que escribe Malone en su cama de hospital. Malone escribe  lo que un moribundo siente y discurre , y su pensamiento se dispersa tal como el nuestro se disemina en cada instante.
            La muerte de  Malone es la de un hombre   culto, y sus divagaciones lo demuestran:
            “…constituída por planos y ángulos distintos como la del Coloso de Memnón, hijo bien amado de la Aurora.”
            “Esta ventana me recuerda el techo de Tiépolo en Würzburg”
         “Iba a decir la isla de Cítera “
         Si estamos atentos a sus referencias, se enriquece nuestra percepción. En mi caso, Beckett me lleva a la dispersión creativa. Por ejemplo, Citera o Citerea es una isla en las islas Jónicas, en el Ática muy cerca del Peloponeso. Homero llama a Afrodita “Citerea de hermosa corona”.
Citerea es una isla pequeñita con 3000 habitantes, y 30 km de largo por 15km de ancho. Produce vino y miel. Fue centro del culto a Afrodita.
En el siglo XVIII, se consideraba a Citerea como lugar de libertinaje y quizás también es una referencia lateral de Beckett. Watteau pintó dos cuadros: “Peregrinación a la isla de Citera” en 1717  y “Embarque a Citera” en 1718 al año siguiente. Los subo por la visión del Rococó sobre el libertinaje; ustedes observarán las diferencias.
También Boticelli titula a su famoso cuadro Afrodita surgiendo en Citerea.

                                                        Afrodita en Citerea.- Boticelli

Por lo anterior y mucho más, “Malone muere”, es una referencia obligada en la literatura. Leerlo permite el contacto con  el genio literario.

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