martes, 8 de noviembre de 2011

MIS LECTURAS-Guillermo Cabrera Infante




En la foto Guillermo Cabrera Infante en su casa de Londres




LA HABANA PARA UN INFANTE DIFUNTO- GUILLERMO CABRERA INFANTE
Muchos amigos no leen a Cabrera Infante a causa de haber salido de Cuba para vivir en Inglaterra . Sin embargo, en el presente en Cuba se empieza a recuperar su literatura, bajo los términos “ No debe haber adentro y afuera en el arte cubano”. Cabrera Infante salió en los 60’s de Cuba para no volver. Pero si se desea leer al cubano, nadie como él.



El libro “La Habana para un infante difunto”, me ha hecho reír y recordar mi infancia. Lo que en Cuba llaman “solares” y en México “vecindades”, las describe con una riqueza del lenguaje y una simpatía únicas .



En la foto un "solar" cubano






En la foto una vecindad en México

Otra imagen deslumbrante por el recuerdo fue cuando en el libro menciona lo que le produjo la Habana. Para él lo más impresionante fueron las luces de la Habana. En su pueblo sólo había un farol en cada esquina que apenas marcaba las penumbras cercanas. Esta es una imagen idéntica a mis recuerdos infantiles olvidados.
En mi caso fue lo mismo: venía de mi pueblo, Minatitlán, en la costa de Veracruz y eran las luces de la ciudad de México lo que más me impactaba. No me cansaba de verlas. Recuerdo los colores rojos , verdes, amarillos y azules de los anuncios comerciales, y el tono naranja de las calles que ha desaparecido al convertirse las luminarias en azules y blancas.


En la foto, la Habana en los 50's y sus luces


En la foto, México y sus luces de noche

Para mí fue una sorpresa ver que el libro está lleno de erotismo, no página tras página, sino renglón tras renglón y frase tras frase.




En la foto, el erotismo en los solares de Cuba


Es un erotismo tropical, con los ojos y palabras de un niño, luego púber y finalmente adolescente, que en la dicha de vivir como único niño entre las niñas cubanas del solar, nos describe sus aventuras y desventuras eróticas.
En mi caso, leer sus páginas – no sé en el caso de ustedes, niños o niñas, pero no dudo que así sea – me ha recordado las sensaciones y sentimientos eróticos de mi infancia: son las mismas vivencias, los mismos encuentros y desencuentros.
Uno de los mayores tesoros que me abrió Cabrera Infante y cuya belleza no recordaba, es mi infancia erótica, oculta y olvidada a través de los años.
Cabrera Infante se casó en 1953 con Marta Calvo. Con ella tuvo dos hijas, Ana en 1954 y Carola en 1958. Sin embargo en 1958 conoció a la actriz cubana Miriam Gómez y con esa pasión tropical que describe en otro delicioso libro “Delito por bailar el cha cha chá” se divorcia de Marta y se casa en 1961 con Miriam, que sería la mujer de su vida hasta su muerte en el 2003.
Las esposas de Guillermo Cabrera Infante son hermosas, bellas, de cabello negro y piel blanca, con una sonrisa encantadora.


En la foto, Guillermo Cabrera Infante en primer plano. A su izquierda su primera esposa Marta Calvo


En la foto, Guillermo Cabrera Infante con Miriam Gómez

En marzo de 2010, se presentó el libro inédito de Cabrera Infante “Cuerpos divinos” por su viuda Miriam Gómez, mujer extraordinaria. Ella misma dijo en la presentación:
"Van a saber tantas cosas íntimas de mí que me aterra".
Este es el libro tesoro que leeré a continuación de Cabrera Infante, sin duda alguna.


En la foto Guillermo Cabrera Infante con Miriam Gómez detrás.

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