domingo, 6 de noviembre de 2011

MIS LECTURAS.- Alessandro Baricco





ALESSANDRO BARICCO.- OCÉANO MAR
Mi hija habla italiano . En el Instituto Italiano de Cultura, en el último año, leyó a Alessandro Baricco en su idioma original. Yo inicié estudios de italiano. Me gustaría poder leer a Baricco, y a Dante en original.
Quizás porque Baricco es musicólogo, su lenguaje coincide con el pensamiento de sus
personajes con tanta fidelidad. El mismo dice: “ a cada historia debe corresponder una música particular”
Océano Mar, es una bella novela de Baricco. Descubro en cada frase, en cada momento,
tonalidades que me son afines.




El personaje Bartleboom y su estudio de los límites, me relaciona inmediatamente
con la poesía de mi lado matemático y físico. Su búsqueda : ¿Dónde termina el
mar? Y sus respuestas:
“Estoy haciendo unas investigaciones: ¿Dónde acaba el mar? , el mar inmenso, el océano mar; que corre infinito más allá de toda mirada, el desmesurado mar omnipotente – hay un sitio donde acaba, y un instante-, el inmenso mar; un lugar pequeñísimo y un instante de nada”


Bartleboom busca el límite de los árboles, y lo refiere a su altura; el límite de las
hojas y las refiere a su tamaño.
Recuerdo que en una ocasión estaba de vacaciones a la orilla del mar Pacífico con mi
familia. El Huracán “Irene” se acercaba a la costa. Yo pregunté: ¿Cuál es el límite de las olas en el Huracán? Y me contestaron: No hay límite, pero en promedio, las olas son de más de 6 metros. Nuestro hotel se encontraba a escasos 100 metros de la playa y desde sus ventanas veía diariamente la belleza del océano, sus cambios infinitos de azul y naranjas, nunca repetidos. Los atardeceres y puestas del sol eran un espectáculo distinto con música diferente cada tarde.



Ahora sentía yo el poder del mar. Decidimos irnos del hotel inmediatamente y nos
alojamos en el hotel más alto de la zona. Qué nos sucedió durante el huracán "Irene", es una historia para otro momento.
Ludwig Wittgenstein dice “ Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” y
por ello Alessandro Baricco expande los límites de nuestro mundo sensible a medida que enriquece nuestra percepción en la lectura de sus páginas.
“El barón de Carewall jamás había visto el mar. Sus tierras eran de tierra: y de piedras, colinas, pantanos, campos, despeñaderos, montañas, bosques, descampados. Tierra. Mar no había”
¿Recuerdas la primera vez que viste el mar? ¿Guardaste silencio en tu increíble sorpresa o
te pusiste a brincar de gusto? ¿Gritaste, enmudeciste, cantaste, reíste? Fue maravillosa esa primera experiencia al encontrarnos con lo absoluto.


Sócrates dice: “En cualquier dirección que recorras el alma, nunca tropezarás con sus límites.” Y el alma de Baricco, como la tuya y la mía, como la nuestra, no tiene límites, pero él,
como dice Wittgenstein, a diferencia de nosotros , tú y yo, gracias a su lenguaje, nos expande el mundo.
Los límites y la expansión de nuestros límites a través del lenguaje hermoso de Baricco.
Cuando habla del amor, Pascal dice: “ Los poetas no tienen razón al describir el amor como un ciego; hay que quitarle la venda de los ojos y devolverle el placer de la mirada” Y Baricco nos transporta con su lenguaje al infinito placer de mirar y sentir.
Tengo la tarea personal de leer sus libros: Seda, Novecento, que en forma de monólogo teatral, le sirvió a Tornatore para su film el Pianista en el mar, Castelli di Rabbia, City, Questastoria, I barbari, Il genio in fuga sobre Rossini y Partita Spagnola.
Soy cineasta y por ello me agradó que Tornatore filmara Novecento, el monólogo teatral de Alessandro Baricco.



http://www.youtube.com/watch?v=kFtRcLmRalg&feature=related

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