lunes, 30 de enero de 2012

Mis lecturas.- W.B. Yeats.- Ideas sobre el bien y el mal



La maestría de un escritor como W.B. Yeats hace que cada relato escrito por él, se convierta en una dichosa y maravillosa experiencia espiritual. Lo que escribe tiene siempre el esplendor de lo maravilloso, lo tenue, lo sutil y lo extraordinario. Yeats reúne 20 relatos en este increíble libro, a cual más extraordinario. Su arcoíris viaja desde William Blake, hasta el simbolismo en la pintura, en la poesía, los estados de ánimo, el retorno de Ulises, el teatro y la magia.
Me encantó su descripción del ritmo en la maestría de los escritores:
El ritmo es lo que separa a los buenos escritores de los malos, porque es la luz, la fragancia, el espíritu de toda literatura intensa.
Yeats descubre – redescubre – la belleza de recitar poesía con música de salterio. Imagínense: En la calle de Gante, en un restaurant bar ,” La Luz”, la música de salterio acompaña a los alimentos.¡ Ahora supongan que tocando el salterio, se leen poemas de Yeats.! Yeats incluso – algo extraordinario que agradecemos los que podemos leer música – ¡publica algunos poemas con música para salterio!
Yeat afirma: “ Todo arte es una monotonía en lo externo, para lograr una variedad interior, un sacrificio de los grandes efectos a los efectos sutiles, un ascetismo de la imaginación. “
Yo escribí en mi primera novela un capítulo sobre la ceremonia del té, de lo más sutil dentro del sutil oriente. Y sin embargo, inicio esa misma novela, como dice Yeats, con la costumbre de los grandes efectos- en mi caso con un impacto ambiental- Recuerdo en este momento a Paul Auster, el maestro de los grandes efectos dentro de historias que pensamos ya no pueden ir más allá.



MAGIA

La narración de Yeats, es un acontecer que alguna vez nos ha sucedido, pero del cual no lo vimos, lo ignoramos o no lo recordamos. Somos ajenos a la Magia, de la que él, poeta, percibe sus elementos. Esta es una breve narración sobre sus anécdotas de magia:

“Algunos años más tarde estaba yo en París alojado en casa de unos amigos. Me había levantado antes de desayunar y salido a comprar un periódico. Había observado que la criada, una chica llegada hacía algunos años del campo, estaba poniendo la mesa para el desayuno. Al pasar junto a ella iba diciéndome a mí mismo una de esas largas historias tontas que uno dice sólo para sí. Si hubiera ocurrido algo que no ocurrió, me habría hecho daño en el brazo, pensé. Me vi a mí
mismo con el brazo en cabestrillo en medio de una aventura juvenil. Volví con el periódico y encontré a mis anfitriones en la puerta. Apenas me vieron dijeron estas palabras u otras parecidas: “¡Cómo! ¡La criada nos acaba de decir que tenía usted un brazo en cabestrillo! Pensamos que algo le había ocurrido anoche, que, tal vez, le habrían atropellado!. “
Había cenado al otro lado de París y había llegado cuando todo el mundo estaba ya acostado. Había proyectado mi imaginación con tal fuerza sobre la criada, que ella lo había visto, y con algo que era al parecer más que el ojo de la mente”



William B. Yeats comenta en relación a la magia:
“Si yo, sin intención, puedo proyectar un hechizo o un encantamiento sobre personas de nuestra época que han vivido durante años en grandes ciudades, no hay razón para dudar de que otros seres humanos, hombres y mujeres, hayan podido proyectar intencionadamente un encantamiento mucho más fuerte, sobre personas muchísimo más sensibles de antiguas épocas o de que existan personas que aún puedan hacerlo allí donde todavía perdura el antiguo orden de vida. ¿Porqué no iba a poder San Patricio – o aquel de quien primero se contó la historia- aventajar a sus enemigos, él y todos sus clérigos, como una manada de ciervos? ¿Porqué no iban a poder los encantadores como él, en Morthe d’Arthur, hacer que las tropas de caballos parecieran sólo piedras grises? ¿Porqué los soldados romanos no podrían haber temblado un instante, aunque provenían de una civilización que estaba dejando de ser sensible a esas cosas, durante un momento ante los encantamientos de los druidas de Mona? ¿Porqué el padre jesuita, el conde Saint Germain o cualquiera que haya sido la primera persona de la que se contó la historia no había de aparecer realmente saliendo de la ciudad en coche tirado por cuatro caballos por las doce puertas al mismo tiempo? ¿Porqué Moisés y los encantadores del faraón no iban a poder hacer que sus varas pareciesen serpientes devoradoras, como lo logran curanderos de muchos pueblos primitivos con trozos de cuerda vieja? ¿Porqué el encantador medieval no iba a poder lograr que en el pleno invierno pareciera brotar el verano con todas sus flores?”




William B. Yeats concluye en relación a la magia :
“ Si todos los que han descrito hechos como éste no han soñado, deberían volver a escribir nuestras historias, ya que todos los seres humanos, por cierto todos los imaginativos, deben estar proyectando constantemente encantamientos, hechizos e ilusiones; y todos los hombres, especialmente los tranquilos que no llevan una vida poderosamente egoísta, deben verse continuamente dominados por el poder de los otros. Nuestros pensamientos más elaborados, nuestros más complejos propósitos , determinadas emociones, creo que a menudo no son realmente nuestras, sino que han surgido súbitamente como si vinieran del cielo o el infierno… No debería el historiador recordar a ángeles y demonios del mismo modo que recuerda reyes y soldados y revolucionarios y pensadores. No podemos dejar de admitir que los seres invisibles, las influencias lejanas, las formas que pueden venir flotando desde un ermitaño en el desierto, se ciernen sobre salas de Consejo, sobre estudios y campos de batalla. Nunca podremos estar seguros de que no fue una mujer que pisaba uvas en un lagar la que inició ese cambio sutil en la mente de los hombres, ese movimiento poderoso del pensamiento y la imaginación de la cual han hablado tantos escritores alemanes; o que la pasión, por la que tantos países han entrado en guerra, no comenzó en la mente de un pastorcillo , iluminando sus ojos por un instante antes de seguir su camino.”

miércoles, 25 de enero de 2012

Mis lecturas.- William Faulkner.- ¡Desciende Moisés!









Cuando leo la frase de Faulkner: "No te molestes en ser mejor que tus contemporáneos o tus predecesores, intenta ser mejor que tú mismo.", entiendo el significado profundo de su literatura.
García Márquez en su Vivir para contarla y Vargas Llosa en El pez en el agua, admiten su influencia en la narrativa, algo que al leerlos emerge más que como una influencia: son sus discípulos .¡Qué mejor de dos premios nóbel latinoamericanos, ser discípulos del nobel Faulkner!
Leo los cuentos breves de ¡Desciende Moisés!, con el placer de leer una sola narración, porque sus situaciones y sus personajes, están profundamente imbricados. El personaje Lucas, me atrajo inmediatamente y su creatividad e inteligencia, basadas en principios sólidos de orgullo, son increíbles.
“ Sin embargo Lucas no daba importancia a su sangre blanca , sino al contrario. Era como si él fuese no sólo impermeable a esa sangre, sino indiferente. No tenía necesidad de competir con ella. No tenía siquiera que molestarse en luchar con ella. La resistía siendo la mezcla de las dos razas que le habían formado, simplemente poseyéndola. En vez de ser a la vez el campo de batalla y la víctima de los dos linajes, era un recipiente permanente sin estirpe, no conductor, en el que las toxinas y las antitoxinas se daban jaque mate mutuamente, sin que se notara al exterior”
En mi vida, reflexionando sobre esta frase iluminadora de Faulkner, me pregunto ¿No es acaso esta mi situación y la de todos los humanos? Yo desciendo por parte de padre de una familia de marinos: marino mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre. Yo mismo trabajé de marino para pagarme mis estudios. Y de parte de madre, mi sangre está unida a la magia de la selva, a la belleza del río Tehuantepec, a las leyendas del Istmo de Tehuantepec y su gente hermosa, indómita hasta el presente.
No existe una sola lectura de Faulkner. Y así me ha sucedido nuevamente.
Su profundidad psicológica a través de un lenguaje maestro de detalles, significados ocultos que poco a poco serán develados por el personaje, convierte su lectura en un placer eterno, gran poder de la buena literatura.
En general, sus cinco obras maestras, me esperan como un suculento platillo emocional y visual: El ruido y la furia, Mientras agonizo (1930), Luz de agosto (1932), ¡Absalón, Absalón! y El villorrio (1940) como sus novelas más importantes. No me lo acabo de creer: ¡Gozar a Faulkner y sus obras maestras! Desde luego, mi consejo de amigo ¡Leerlas! O ¡Releerlas! – ¡quien sabe que sea mejor!
El periodo más inspirado de la obra de Faulkner se cierra con la colección de cuentos ¡Desciende, Moisés! (1942), que incluye una de sus máximas creaciones, el cuento largo "El oso"., y el cual estoy terminando de leer.
Iniciar así el año 2012 es fortalecer el espíritu, suavizar el alma y dar luz al camino diario.




No es posible leer “El Oso”, la obra maestra de William Faulkner, por partes. La intensidad dramática, el suspenso, la maestría de la narración, la integración total emocional con el personaje- con los personajes inolvidables- Lion, ante todo Lion- y Old Ben. Poder vivir a través de la obra maestra literaria estos momentos tan dramáticamente intensos que te quitan la respiración, te hacen desvelarte, vibrar, enfermarte, aliviarte, todo en minutos, horas que se van como el viento del otoño,
Yo soy una persona que se opone a la cacería. De joven mi padre me llevó
Al cerro del Bernal en Tamaulipas, a “lamparear” y aún recuerdo esa primera y última noche de desvelo, yo con un rifle 22 que nunca había disparado, aterrorizado más por la impenetrable oscuridad sin luna que por el posible tigre o gato montés que saltara sobre mí, viendo un hilo de luz de mi lámpara sobre la montaña misteriosa. Fue una noche ridícula para mí en resultados, pero de sabia enseñanza – debut y despedida-: Ví unos ojos enormes en la oscuridad que me miraban amenazantes. Levanté mi fusil, disparé y … después escuché un cuerpo pesado que caía sobre las ramas y hojas. Mi padre se acercó y sólo me dijo: “Yo la pago, no te preocupes. Vamos a regresar”
Al día siguiente, me mostraron el gato montés que había matado Rómulo, su amigo, y también la vaca que yo había asesinado y que mi padre tuvo que pagar.

viernes, 20 de enero de 2012

Mis lecturas.-Joseph Conrad.- Situación límite







Mis lecturas
JOSEPH CONRAD.- Situación límite
por Abel Hurtado

Desde que conozco a Joseph Conrad, siempre me ha fascinado. Si puedo hablar de un escritor que permanece en mi gusto y pensamiento, es Conrad. Su novela “El corazón de las tinieblas” como la mejor visión literaria del mal, fuente de la extraordinaria película Apocalypsis Now de Francis Ford Coppola, es inolvidable, y el año pasado en 2011 la leímos el bucherfreund, administrador de esta página, mi hija Marianne y yo.




Ahora, gozar esta novela del capitán de navío Whalley, es un placer increíble.
Joseph Conrad tiene la magia psicológica de la sencillez literaria, donde sus personajes son descritos en un párrafo, y viven con intensidad su condición humana. Me maravilla la maestría literaria de Conrad. Descrito un personaje y su atmósfera, continúa con la descripción de los otros personajes de la novela. Así, Mr. Van Wick y su soledad rica y acomodada en Batu Beru, tiene por compañía al sultán y al capitán Whalley, Massy, el dueño y socio del Sofala, navío a las órdenes de Whalley, maquinista que mantiene su sórdida personalidad a lo largo de las páginas de la novela, la relación entre Whalley y el serang, eterna, profunda y sencilla a la vez.
“-¡Serang!
-¡ Tuan!
-¿Vigilas bien la brújula?
-Sí, estoy vigilando ,Tuan
-¿Sigue el barco su rumbo?
-Sí, Tuan, muy recto.
-Bien ; recuerda serang que tienes orden de dar órdenes al timonel y vigilar atentamente, como si yo no estuviese en cubierta.”
Sterne, envidioso de la capacidad del capitán Whalley, eterno candidato a sustituírlo en el puente de mando, y siempre rechazado por Massy, el dueño y socio del navío, maquinista sorprendido y admirador silencioso de Whalley.
Joseph Conrad inicia a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX lo que ha dado en llamarse Modernismo y realismo psicológico. Sus cuatro obras maestras son : Lord Jim, El corazón de las tinieblas , El agente secreto y Nostromo. le dan un lugar predominante y especial entre los grandes novelistas ingleses, a pesar de que él era polaco y el inglés era su tercera lengua – El polaco y el francés fueron sus lenguas principales-. Quizás esa sensibilidad no inglesa le hizo tan diferente y magistral.
Conrad es el novelista del ser humano en situaciones extremas. El escribió al respecto:
“Aquellos que me lean, conocen mi convicción de que el mundo, el mundo temporal, se soporta en una pocas y muy simples ideas; tan simples, que deben ser tan viejas como las montañas. Y de esas pocas ideas, predomina entre todas, la idea de Fidelidad.”
Y así es, la fidelidad es la barrera que erige Conrad contra la nada, contra la corrupción, la insidia y contra el temor a lo desconocido. Y el gran tema Conradiano es precisamente el momento en que esta barrera de la Fidelidad, se rompe y se hunde.
La novela que leo y comento, Situación límite, es un título puesto en español, que define de esta manera todo lo escrito por Conrad. El título original de la novela en inglés es drámatico, y similar: THE END OF THE TETHER= El final de la cuerda. El fin de la cuerda, es el momento en que todo acaba, o bien todo empieza, y cuando los seres humanos sacan lo mejor o lo peor de ellos.



Esta es una novela que me pegó emocionalmente, a causa de que el capitán Whalley tiene una hija, situación que es similar a la mía.

lunes, 9 de enero de 2012

Mis lecturas.- Albert Camus.- El Extranjero



Me decía mi maestro de Feng Shui, como pensador taoísta, que no hay casualidades. Leí el pensamiento de un filósofo contemporáneo del post. Modernismo, Gianni Vattimo y su obra “Más allá del sujeto”. En estas páginas cobijadoras de LITERATURA Y VIDA comenté a ustedes mis impresiones y los puntos de vista con los que más coincido con Vattimo, su filosofía del pensiero debole ( Pensamiento débil).

Dice Vattimo: Nietzsche nos ha enseñado que “ El mundo verdadero se ha hecho fábula y ya no hay ningún ser verdadero que degrade las apariencias a mentira y falsedad”

En relación a la enseñanza de Nietzsche sobre la mentira y la verdad, lo falso y lo verdadero, tomé 3 preguntas y respuestas que ilustran el pensamiento de Vattimo y que me impacta en sus respuestas:

“PREGUNTA.- ¿Es justo introducir lo mejor por la fuerza?
RESPUESTA.- Este problema pierde sentido si lo que he dicho antes es verdad. Un mejor por la fuerza sigue basado en el modelo del ser-verdadero platónico, que en su validez trascendente podría justificar el sacrificio de la vida, de la solidaridad, de la amistad que, respecto de él, pueden parecer apariencias, valores negativos y obstáculos.
PREGUNTA.- Pero entonces , ¿Ningún compromiso por la transformación?
RESPUESTA.- Debo decir que vistos los horrores producidos por los grandes movimientos revolucionarios, por los profetas armados o desarmados, me siento más bien comprometido con el pasado, por los seres vivos que han vivido y los valores dejados, que hacia una imagen- proyecto de construir el futuro.
PREGUNTA.- ¿Hay dos morales una “absoluta” y una “política”
RESPUESTA.- No tenemos necesidad ni de fanáticos del deber absoluto ni de políticos relativistas y acomodaticios.
Nuestra época post moderna del siglo XXI, es un mundo en el que valores y opciones absolutas se revelan como entidades míticas y en el que, por otra parte, con la intensificación de la comunicación ya no hay bolsas de absoluta insignificancia de la existencia.”

¡Y es en torno a esto que trata toda la novela de EL EXTRANJERO de Albert Camus ! Albert Camus se convierte así en un autor postmoderno, plenamente contemporáneo. Esto es lo impresionante y extraordinario al leerlo.
¿Cuántas veces te has sentido como UN EXTRANJERO , un extraño, en tu trabajo, en tu vecindario, en los transportes, en el tráfico?
Camus narra con ese concepto casi imposible, llamado HONESTIDAD, la visión del extranjero, y nos sentimos reconocidos en ese sentimiento.


ALBERT CAMUS lee su discurso al recibir el premio Nobel

A los 44 años, le otorgaron el Premio Nobel a Albert Camus, en 1957. El escribió EL EXTRANJERO en 1942. Y el jurado dijo que le otorgaba el premio Nobel a Camus: “ por el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de hoy”


Amigos de Albert Camus, entre ellos Jean Paul Sartre, comentan y festejan el otorgamiento del premio Nobel a Camus.

Al margen de las corrientes filosóficas, Camus elaboró una reflexión sobre la condición humana. Rechazando la fórmula de un acto de fe en Dios, en la historia o en la razón, se opuso simultáneamente al cristianismo, al marxismo y al existencialismo. No dejó de luchar contra todas las ideologías y las abstracciones que alejan al hombre de lo humano. Lo definió como la Filosofía del absurdo, además de haber sido un convencido anarquista, dedicando su obra a demostrar lo destructivo de toda ideología que proponga una finalidad en la historia.
Las páginas de EL EXTRANJERO de Albert Camus están escritas con la maestría que lleva a la máxima sencillez. El drama humano, filosófico, vivido en 150 páginas es impactante. La novela se lee como un río, sin interrupciones. Pero si nos detenemos en cada párrafo, en cada frase y el significado de las mismas, encontramos una profundidad única en estos tiempos.
En México, este 2012 es un año de elecciones presidenciales; y el pensamiento de Camus así como el de Vattimo, son faros en el acontecer caótico de las campañas políticas:
Albert Camus plantea así, vivir, sencillamente vivir, a pesar de todas las omnipotencias.




Mis lecturas.- Roland Barthes.- Mitologías




Mis lecturas
ROLAND BARTHES.- Mitologías

¿Es posible que un libro de ensayos escrito en 1956, esté vigente aún en el 2012? Transcurridos 56 años, los habitantes del planeta Tierra hemos cambiado, pero ¿Han cambiado las mitologías? Yo pienso que las mitologías siguen ahí y seguirán durante muchos años. Por ello, leí con placer las Mitologías de Yeats y que he comentado en estas páginas.
Leo ahora las páginas de Roland Barthes de sus MITOLOGÍAS, y les debo decir que son placenteras, me han hecho reír, sonreír, reflexionar, y desear comentarlas a ustedes.
La diferencia en el tiempo, se percibe en la cercanía de la guerra II que de alguna forma Roland Barthes menciona en algunas de sus referencias, casi como un comentario al margen. Yo he leído y gozado este libro, preguntándome en cada uno de sus artículos, ¿Continúa este mito en el postmodernismo? ¿Cómo ha cambiado? ¿Está aún vigente?
Roland Barthes comenta en su introducción:
“Estos textos fueron escritos mensualmente durante dos años, de 1954 a 1956, al calor de la actualidad. Yo intentaba entonces reflexionar regularmente sobre algunos mitos de la vida cotidiana francesa. El material de esa reflexión podía ser muy variado (Un artículo de prensa, una fotografía de semanario, un film, un espectáculo, una exposición) y el tema absolutamente arbitrario: se trataba indudablemente de mi propia actualidad”
¡Cuanta falta haría en el presente, alguien con la claridad intelectual de Roland Barthes, reflexionando sobre los mitos contemporáneos cada 30 días!

Copio este texto del libro de Roland Barthes, del libro MITOLOGÏAS, como saludo de año nuevo al querido Bucherfreund:



EL VINO Y LA LECHE
La nación francesa siente al vino como algo propio, del mismo modo que sus trescientas sesenta especies de quesos y su cultura. Es una bebida tótem, que corresponde a la leche de la vaca holandesa o al té absorbido ceremoniosamente por la familia real inglesa. Bachelard ya expuso el psicoanálisis sustancial de este líquido al final de su ensayo sobre las ensoñaciones de la voluntad, mostrando que el vino es el jugo de sol y tierra, que su estado no es lo húmedo, sino lo seco y que, en este sentido , su sustancia mítica contraria es el agua.
Como todo tótem vivaz, el vino soporta una mitología variada que no se perturba con contradicciones. Por ejemplo, esta sustancia galvánica siempre es considerada como el más eficaz de los elementos para apagar la sed o al menos la sed sirve de primera coartada para consumirlo ( “hay sed”). Bajo su forma roja tiene como hipóstasis muy antigua a la sangre, al líquido denso y vital. De hecho, su forma humoral no interesa mucho; es ante todo una sustancia de conversión, capaz de cambiar las situaciones y los estados, y de extraer de los objetos su contrario, de hacer, por ejemplo, de un débil un fuerte, de un silencioso un parlanchín; de allí proviene su vieja herencia alquímica, su poder filosófico de trasmutar o de crear ex nihilo.
Como es por esencia una función, cuyos términos pueden cambiar, el vino detenta poderes aparentemente plásticos: puede servir de coartada tanto al ensueño como a la realidad, depende de los usuarios del mito. Para el trabajador será capacitación, facilidad demiúrgica de la tarea (“alma en el trabajo”). Para el intelectual tendrá la función inversa: el “beaujolais” del escritor se encargará de segregarlo del mundo demasiado natural de los cocteles y de las bebidas costosas ( las únicas que el snobismo le permite ofrecerle); el vino lo librará de los mitos, lo sustraerá a su intelectualidad, lo igualará al proletario; a través del vino, el intelectual se aproxima a una virilidad natural y por ese camino imagina escapar de la maldición que un siglo y medio de romanticismo continúa haciendo pesar sobre la cerebralidad pura .
Pero la particularidad de Francia consiste en que aquí, el poder de conversión del vino jamás se considera abiertamente como un fin: otros países beben para emborracharse y todos lo dicen; en Francia la ebriedad es consecuencia, pero nunca finalidad; se siente a la bebida como la ostentación de un placer y no como la causa necesaria de un efecto buscado: el vino no sólo es filtro, también es acto duradero de beber; el gesto tiene aquí un valor decorativo y el poder del vino jamás está separado de sus modos de existencia (contrariamente al whisky por ejemplo, que se bebe porque su borrachera es “más agradable, de secuelas menos penosas”, que se apura, se repite, y beberlo se reduce a un acto-causa)



Todo esto es conocido; se dice mil veces en el folklore, en los proverbios, las conversaciones y la literatura. Pero esta misma universalidad supone conformismo: creer en el vino es un acto de compulsión colectiva: el francés que tomara distancia del mito se expondría a problemas no graves pero sí precisos de integración; el primero de ellos consistiría, justamente, en tener que dar explicaciones. En esto el principio de universalidad se muestra en plenitud, en el sentido de que la sociedad designa como enfermo, defectuoso o vicioso a cualquiera que no crea en el vino: no lo comprende ( en los dos sentidos espacial e intelectual del término). Por contraparte, el que realiza la práctica del vino obtiene un diploma de buena integración: saber beber es una técnica nacional que sirve para calificar al francés, para probar simultáneamente su poder de actuación, su control y su sociabilidad. De esta manera el vino funda una moral colectiva en cuyo interior todo se rescata: los excesos, las desdichas, los crímenes son sin duda posibles con el vino, pero de ningún modo la maldad, la perfidia o la fealdad; el mal que puede engendrar entra en el del la fatalidad y escapa por lo tanto al castigo; constituye un mal de teatro, no un mal de temperamento.
El vino está socializado porque no sólo funda una moral, sino también un decorado; adorna los pequeños ceremoniales de la vida cotidiana francesa, desde el bocado (el tinto espeso y el camembert) hasta el festín, desde la conversación de café hasta el discurso de banquete. Exalta cualquier tipo de clima: con el frío, se asocia a todos los mitos del calentamiento; y con la canícula, a todas las imágenes de la sombra, de lo fresco y de lo excitante. No existe situación de dificultad física ( temperatura, hambre, aburrimiento, servidumbre, extrañamiento) que no haga soñar con el vino…


GRETA GARBO
Roland Barthes analiza su mitología en el libro que menciono: MITOLOGÍAS.

miércoles, 4 de enero de 2012

Mis lecturas- Al iniciar 2012














El 2 de noviembre del 2011 inicié estas páginas.
En aquel entonces, - suena para mí lejano- escribí que estaba leyendo algunos libros, los cuales he comentado a ustedes en este Blog. Copio mis primeras líneas.


Estoy leyendo algunos libros. Tengo el defecto – o la cualidad, depende el punto de vista – de leer varios libros a la vez. Quizás se deba a mi forma de ver la vida; muchas cosas me interesan. En un examen sobre el Método Davinci,- Doy un curso sobre este método relacionado con las Inteligencias múltiples - me quedó claro que así operamos los que usamos el cerebro del lado derecho. Los libros que en este momento leo son:
OCEANO MAR de ALESSANDRO BARICCO
LA HABANA PARA UN INFANTE DIFUNTO de GUILLERMO CABRERA INFANTE
THE PORTABLE BLAKE, una selección en inglés de los poemas de WILLIAM BLAKE
MITOLOGÍAS de WILLIAM BUTLER YEATS.
MÁS ALLÁ DEL SUJETO de GIANNI VATIMO
LOS AZTECAS, HOMBRE Y TRIBU de VIKTOR VON HAGEN
LA PLENITUD DE LA VIDA de SIMONE DE BEAUVOIR
ATLAS DESCRITO POR EL CIELO de GORAN PETROVIC .
VIVIR PARA AMAR, recopilación de Trueba Urbina sobre pensamientos relacionados con el amor por filósofos.




Terminé 2011 y casualmente terminé los libros anteriormente mencionados, y ustedes han conocido mis opiniones al respecto.
Sin embargo, debo decir que por primera vez en mi vida - que yo recuerde- me pregunté . ¿Porqué no cambiar? e inicié así la lectura de un libro a la vez. Esta nueva disciplina, me produjo un placer desconocido: Poder pensar y concentrarme en un solo autor, enfocarme en su sensibilidad, método y actitud hacia la literatura y la vida, vivir intensa, esencialmente, sus personajes, sus búsquedas, su poesía y alma literaria.



Ahora en 2012, inicio una nueva aventura por los caminos literarios: Tengo frente a mí, mi próxima selección de lecturas:
Haruki Murakami.- EL FIN DEL MUNDO
Roland Barthes.- MITOLOGÍAS
Albert Camus.- EL EXTRANJERO
Joseph Conrad.- SITUACIÓN LÍMITE
William Faulkner.- ¡DESCIENDE MOISES!
William Butler Yeats.- IDEAS SOBRE EL BIEN Y EL MAL
Arturo Pérez-Reverte.- LA CARTA ESFERICA
Gustave Flaubert.- SALAMBÓ
Paul Bowles.- LA TIERRA CALIENTE
El libro de Marco Polo, anotado por Cristóbal Colón.



Te invito a participar en estas páginas. Seguramente habrás leído algunos si no todos estos libros que menciono. De ser así, envíame tus comentarios y opiniones y con gusto las publicaré. De esta forma, enriquecemos esta espacio dedicado a las musas.






Mis cuentos.- Leónidas



LEÓNIDAS
El cachorro Pug de dos semanas , cabía en una mano de Luis. Dormía profundamente, con ronquidos tenues. La Doctora Fernández salió del consultorio y preguntó:
-¿Quién sigue?
Una señora pesada, de zapatos negros con hebilla, se levantó de su silla azul de plástico y jalando una cadena, se acercó con el Bull Terrier gordo, de mirada triste y ojos rojos, que apenas caminaba.
La sala de espera del consultorio veterinario olía a alcohol. Estaba impecablemente limpia, con un piso blanco de cerámica y ventanas amplias que dejaban entrar la luz del día. En un lado, un anaquel de cuatro divisiones contenía bolsas blancas plastificadas con alimento canino y felino.
Luis continuó leyendo a Faulkner, sosteniendo el libro “Desciende Moisés” con la mano izquierda, mientras que en la derecha tenía al cachorro Pug.
En el sonido del consultorio veterinario tocaban una pieza a nivel mínimo de Jazz Crucero, que suavizaba la espera y hacía la atmósfera relajada.
A la distancia, se oía el tráfico, con claxons ocasionales que no llegaban a perturbar .
La Dra Fernández tomó en sus manos forradas de guantes blancos de látex al cachorro Pug. Lo colocó sobre una toalla blanca situada en la báscula. Lo pesó mientras el cachorro se desperezaba, anotó el peso en una libreta y sin girar la cabeza, preguntó:
-¿Cómo se llama este lindo Pug?
-Leónidas, contestó Luis. El nombre quiere decir domador de Leones.
-Domador de Leones, ven para acá,- Dijo la Dra Fernandez, tomando al cachorro con una mano.
Recordaba muy bien estos lugares. A los 16 años, cuando fue Irene de 1º en Esparta, lo trajeron de prácticas a estas aguas termales, donde tuvieron un recreo después de los ejercicios de conversión.
Las Termópilas eran un paseo frecuente para los jóvenes espartanos antes de entrar al ejército activo a los veinte años, después de haber aprobado los cuatro años de la etapa Ireneica de su aprendizaje.
Leónidas, caminó lentamente hacia Kozma, polemarco a cargo de los cinco regimientos .
- ¿Recuerdas cuando Eryx se quemó los pies al correr entre las Termópilas del oriente?
- Sí, se ríe Kozma. Después de esa aventura, dejó de querer ser el más veloz, y desde entonces lo tengo en el extremo derecho de la falange. Es hábil, tosudo y fuerte y por ningún motivo volvería a correr.
- Eryx seguirá siendo un rebelde disciplinado. Es un buen lugar para él.-dice Leónidas,- mientras,se agacha y toma una piedra redonda, que lanza hacia las orillas del desfiladero.

El paso de las Termópilas tiene sesenta metros de alto, rocoso, escarpado, con un riachuelo de agua tibia y escasos dos metros de ancho de poca profundidad, deslizándose entre piedras blancas redondeadas por la corriente.
Al fondo se ven las montañas azules por la distancia, escarpadas y cubiertas de bosque.




La tranquila tarde anuncia la próxima batalla. El general Temístocles propuso realizar el bloqueo en este paso, donde no podía maniobrar la caballería de Jerjes, y donde solo un carro podía pasar a la vez en hilera, por el estrecho desfiladero. Era el mejor lugar para detener al ejército de 300 000 hombres que Jerjes traía consigo.
El otro retén lo formaba la armada griega en los estrechos de Artemiso, en la extremidad septentrional de Eubea.
Leónidas, Rey Leónidas I de Esparta, se hizo acompañar de 5000 soldados, entre ellos 300 hoplitas espartanos , expertos en las batallas de tierra, con un entrenamiento equipamiento y conocimiento del uso de los terrenos difícil de obtener por otros que no hubieran pasado por los 10 años de disciplina férrea, de la cual estaban tan orgullosos.


Mientras descansaba, se acercó Cosmo, locagós Jefe de Batallón:
- Leónidas: Un mensajero de Jerjes desea hablar con nosotros.
- ¿Qué desea? Hazlo pasar.
Acercan a un combatiente persa de edad, que entrega un mensaje escrito a Leónidas, y espera respuesta.
El mensaje dice lacónico:
“Entreguen las armas”
Jerjes. Rey de reyes.
Leónidas contesta al mensajero:
-Dile a Jerjes, que venga por ellas.
A las tres hrs de haberse retirado el mensajero, se escucha a lo lejos el bullicio de gritos y tambores persas. Se acercan al desfiladero. Los vigías anuncian que son miles de hombres con lanzas cortas.
Los persas avanzan. Llevan en la cabeza la tiara de fieltro de lana, las túnicas con mangas guarnecidas a manera de escamas, cubren sus piernas con pantalones largos y en vez de escudos de metal, llevan escudos de mimbre, tienen lanzas cortas, arcos grandes, flechas de caña en las aljabas y puñales pendiendo de la cintura en el muslo derecho.



Leónidas, Kozma, Eryx, Laertes y Alcander, organizan a sus hoplitas.
Alcander enomotarca llama como jefe de sección a sus hombres.
Laertes, pentecontarca comandante de compañía, la integra con las diferentes secciones de hoplitas.
Eryx, locagós jefe de batallón, agrupa a las diferentes compañías y
Kozma , polemarco, forma a su Regimiento .
Leónidas se coloca en la primera fila de los 5 regimientos, como siempre ha correspondido a los Líderes y Reyes espartanos.
Vestirse para la batalla es un ritual que lleva tiempo.
Dejan sus capas color púrpura dobladas, aunque los griegos dicen que son púrpuras para que la sangre no se vea. Los hoplitas jamás combaten con la capa.
Se colocan cuidadosamente las grebas criémidas para proteger las piernas; la coraza de bronce reproduciendo los músculos del tórax, con la letra lambda grabada en el bronce, en referencia a Lacedemonia –Esparta- y con incrustaciones de oro en el caso de Léonidas y Kozma; el casco de bronce con protección para las mejillas. Este equipo pesa veintisiete kilogramos . Toman con la mano izquierda su aspis o escudo circular de un metro de diámetro, de bronce, que pesa treinta kilogramos, con doble cincho para mayor sujeción que les cubre del mentón a la rodilla;- La familia le decía al despedirlos: “ Vuelve a casa con este escudo o sobre él” , en la mano derecha la lanza de 2.7 metros de largo,- Los hoplitas se llaman así precisamente por el hoplón o escudo, que cada uno adorna con sus símbolos familiares. La mayoría de los hoplones son heredados de padres y abuelos. y la espada corta , xifos, en la cintura para el caso de que la lanza se rompa. Al terminar de armarse, y antes de tomar el escudo, se peinan cuidadosamente el cabello. Entrarán a la batalla, como siempre, acicalados, cuidadosos de sus melenas, así como los persas cuidan y se peinan sus barbas cónicas hirsutas y rizadas.


Morir de frente requiere estar con la mejor imagen.
Leónidas, Kozma y Eryx han trazado el plan de defensa. Como la caballería persa no funciona en un espacio tan reducido, Jerjes enviará por delante sus carros. Sin embargo, solo pueden pasar de uno en uno. Probablemente detrás de un carro, venga otro e igual persas que no pueden ser más de 6 por línea. Si es un carro, las 10 primeras filas hoplitas dan una conversión tantas veces ensayada, y los más hábiles quedan en la retaguardia del carro. Si atacan con el ejército Persa , las líneas se mantienen en formación de combate: escudo en el brazo izquierdo que le protege la mitad del cuerpo y la mitad izquierda del escudo del hoplita a su derecha , protegiéndole la otra mitad corporal. El último del extremo derecho de la falange solo está protegido a medias, pero queda a la orilla del desfiladero. Ahí, Eryx es el número uno, por su fortaleza y habilidad con el hoplon, la lanza y la xifos.
Han decidido que para proteger aún mas a Eryx, la fila hará un cuarto de giro para atacar en diagonal. Esta práctica la han ensayado una y otra vez en el desfiladero, debido a su dificultad en el reducido espacio.
Todo sucedió rápidamente. Primero los Persas atacaron con un carro a toda velocidad, los caballos a galope tendido, gritando:
¡A la victoria hombres de Jerjes! ¡Al ataque!
Detrás del carro, miles de persas se acumulaban en el estrecho, pasando a empujones y gritos en filas de tres, cuatro o máximo cinco hombres.
Cuando el carro llegó a cinco metros de la primera línea, esta realizó una conversión rápida y el carro pasó una, dos, tres, líneas. Cuando llegó a la décima línea, la conversión había terminado, Leónidas estaba ahora al frente de la retaguardia y con su extocersi-lanza-, atravesó a uno de los persas en el carro. Lo mismo hicieron seis lanzas simultáneas con los otros cuatro persas , quienes con sus escudos pequeños de mimbre y lanzas cortas, tiraban golpes , espadazos y mandobles a diestra y siniestra. En dos minutos, los cuerpos sangrantes de los persas formaban una pequeña montaña en el piso del Kalás persa.


Leónidas ordena conversión inversa casi en el mismo instante en que caen los cuerpos persas, y enfrentan en línea cerrada a los primeros persas a pie, quienes no perciben el giro rápido, atacan a unos griegos, pero aparecen otros y todos formando una muralla de escudos inexpugnable. Eryx en el extremo derecho, con su lanza , atraviesa el costado de los persas. El flanco de los hoplitas, en formación diagonal, no deja un solo espacio libre ante el ataque. Se escuchan ahora los cantos espartanos:
“ ¡Henetis has fes Hellas!” - ¡ Hélade tus héroes te saludan!-
que se mezclan con los gritos de dolor de los persas. La batalla continúa por una, dos, tres horas. Los hoplitas realizan medias conversiones a la derecha, protegiendo siempre al combatiente del extremo. Los cadáveres persas son una alfombra sobre la cual marchan los espartanos, siempre en movimiento y en diagonal, nunca de frente ni estáticos, llevando el ritmo con sus cantos.
Cesa el primer ataque persa.
Ahora se escucha el viento al pasar por las paredes del desfiladero, el sol brilla aún más y el fresco de las paredes del risco ahora es mayor por el aire en movimiento. Los griegos, regresan a dejar sus armamentos.

Al día siguiente, nuevamente avanzan los persas, ahora con tres carros , uno detrás de otro, separados por 3 metros cada uno y atacan al galope. Leónidas ordena la conversión al pasar el tercer carro. El primero y el segundo kalás persa han tropezado con los cadáveres de sus propios compañeros, los caballos han caído y los persas en rodillas, en cuclillas o rodando, se protegen como pueden de las lanzas que simultáneamente se les clavan en los costados, la cabeza y el tórax. El tercer kalás se detiene, y antes de poder moverse y girar, los persas son atravesados por múltiples lanzas.
La batalla se suspende. El silencio estremecedor de los persas, permite escuchar algunos gemidos de dolor de sus caídos, que pronto acabarán su vida, mientras los hoplitas de las filas posteriores terminan con ellos.
Leónidas, toma en sus brazos a Laertes que ha caído, lo coloca suavemente sobre su escudo que le acerca Eryx, y entre los dos lo llevan al campamento para retornarlo a la Hélade a sus familiares.
Un hoplita se acerca con la lanza rota de Laertes y coloca los dos pedazos sobre su cuerpo.
Durante seis días, los griegos contuvieron a trescientos mil persas, que siempre atacaban en desorden , unos empujando a otros, y gritando desaforadamente.
Jerjes está desesperado e incrédulo. Hace diez años fué vencido en Maratón, y durante diez años juró venganza, acumulando y armando ejércitos. Su orgullo, “Los inmortales” 10 000 soldados escogidos, que en cuanto uno cae, en el combate o es retirado, en el acto ocupa su lugar otro combatiente.
Jerjes no puede creerlo. El pensaba que en cuanto vieran los griegos las multitudes de combatientes, huirían para ponerse a salvo y nada de eso ha sucedido.
Llama a su consejero Ardaván y le comenta:
-Ahora es mejor esperar que mi flota y sus naves entren por el Mar Egeo hasta el estrecho de Eudeba y ataquen por la retaguardia a estos cretinos griegos. ¿Qué se han creído?
Ardaván le dice:
- Señor, temo que no tengo buenas noticias: La armada enemiga resistió 3 ataques de nuestras naves persas, y la flota se ha retirado hacia Lemnos con grandes pérdidas.
Jerjes:
- He lanzado a los medos y cisios contra estos imbéciles para que solo murieran en gran número. Con tal recibimiento, envié a mis “Inmortales” para liquidar al enemigo y tampoco tuvieron fortuna.
Ardaván, su consejero le dice:
- Mi señor, Suren , mi capitán de carros de combate, me dice que ha tomado prisionero a un etolio que ha vivido en los bosques de las térmopilas toda su vida. Se llama Efialtes y ante el miedo de morir, dice conocer una vereda hacia la retaguardia griega y poder guiarnos por ella.
Jerjes llama a Efialtes, y comienza una conversación para ganar su confianza.
- No temas Efialtes, nada te sucederá. Tu familia y tu están a salvo.
¿Dices que existe un paso hacia el río Asopo que evita el estrecho?
-Así es, su majestad,- contesta Efialtes- Gracias por proteger a mi familia. Desde pequeño cazaba liebres en los bosques del desfiladero de Anopea. Conocí entonces un paso entre los montes Eta y los Bosques de Sasta.
Los griegos tienen vigías en las siete colinas de las montañas de las Termópilas que miran hacia el Río Asopo, y vigilan sus tropas. Pero en el desfiladero de Anopea, caminando de dos en dos, se puede llegar a Alpenoi y Nika, a la retaguardia de la muralla del campamento espartano. En el sendero, nos puede acompañar mi compañero Hydarnes, que también desea protección para él y su familia.
-¿Cómo sabes que llega hasta Alpenoi?
-Porque lo he usado para ir a vender las pieles que curto cuando en el desfiladero están comerciantes que son un peligro para mi.
No es un paso fácil; es un sendero desconocido y con mucha maleza, que nadie utiliza.
-¿No será una trampa? ¿Cómo evitas los vigías en las colinas?
- La montañas evitan ver el fondo del desfiladero.
-¿Pueden pasar 10 000 hombres por tu camino?
- En parejas, evitando el ruido de metales porque las aves se asustan y dispersan. Cuando el primer hombre llegue a Alpenoi, el último de los 10 000 hombres aún no habrá entrado al desfiladero.
- Seguiremos tu camino. Irás adelante y tu familia queda en mis manos hasta que hayamos llegado sin novedad. Si todo sale bien, te premiaré. Si no es así, nunca más verás a tu familia ni ellos a ti.

Demetrius trata de ver algún movimiento a través de la neblina que cubre las montañas del desfiladero. El silencio era interrumpido solo por el sonido del agua fluyendo en el río del fondo del escarpado. A lo lejos se oía el canto de una cascada.
Faltaban veintiun días para recibir los refuerzos. Han transcurrido nueve días y las tropas Persas no han logrado pasar, dejando innumerables muertos. No han vuelto a intentarlo.
El aire frío del atardecer cortaba las mejillas. Demetrius golpeaba el piso de la montaña con sus sandalias cubiertas de piel de borrego, para no entumecerse, dando pasos cortos de un lado a otro.
-¿Ves algo? – le pregunta su compañero Damen.
Demetrius:
-Solo la quietud del día, el frío del atardecer y la neblina bajando por la ladera. Los pájaros ya están en sus nidos durmiendo. El sol desaparecerá rápidamente.
- Yo igualmente, nada he percibido. Es una quietud que no me agrada. ¿Enviaste el reporte sin novedad a Leónidas?
Demetrius:
-Altaír salió hace treinta minutos hacia el campamento
La misma circunstancia, y casi el mismo diálogo, se repetía en las otras seis cúspides de igual número de montañas, donde los vigías griegos se mantenían alertas ante cualquier movimiento enemigo. La quietud de la tarde no era modificada por ningún acontecimiento.


Llegada la noche, los 10,000 “inmortales” , iniciaron la marcha por lo que parecía un bosque impenetrable. Avanzaron de dos en fondo toda la noche, en silencio, sin fogatas, únicamente guiados por la punta de la lanza del hombre de adelante, y todos dirigidos por Efialtes al frente e Hydarnes en la retaguardia. En el camino , cayeron tropezando en la oscuridad cientos de “ inmortales”, pero eran ayudados por sus compañeros en silencio a continuar el camino.
Al amanecer, bajo un cielo intensamente azul sin nubes, llegaron a los desfiladeros de Alpenoi. Este era escarpado y difícil de atacar.
Los 10,000 foceos que había instalado Leónidas para cuidar la retaguardia, en caso de que llegaran las naves persas, fueron sorprendidos al amanecer, y aunque fácilmente defendible la plaza por estar ellos en la cima del precipicio por el que debían pasar los persas, los foceos no cumplieron con su deber y cobardemente huyeron.
Ante la noticia, Leónidas, reunió a sus capitanes, despidió a los que querían marcharse y se mantuvo en su puesto con sus espartanos y 1100 beocios.
Fue una batalla cruenta y sangrienta que duró dos días, hasta que el último combatiente griego cayó atravesado por innumerables lanzas.
Hoy en el lugar existe un monumento a los hermanos griegos caídos en las Termópilas que dice:
“Caminante: Ve y dile a Lacedemonia que sus hijos han muerto sin abandonar su puesto”
Cuando los persas consiguieron forzar el paso de las Termópilas, toda la Grecia se les entregó. La flota griega abandonó sus posiciones en Eudeba y evacuó Atenas y el Ätica. Las mujeres y niños fueron refugiados en Salamina, Egina y el Peloponeso.
Desde Salamina, los griegos presenciaron el saqueo del Ática y la destrucción de Atenas y de la Acrópolis.
Tres meses después, reagrupada la flota griega por Temístocles, vencen a la armada Persa en una de las mayores victorias de la historia del mundo. Los persas perdieron la mitad de sus naves, y al no saber nadar, si se hundían, morían ahogadas las tripulaciones . En cambio los griegos, más entrenados, si se hundían, llegaban a nado a la costa de Salamina, se reintegraban y volvían al combate.
El resto de la flota persa, en su huída, fue aniquilada por completo en la península de Micala.

Luis tomó a Leónidas, lo abrazó cuando lloró por la vacuna que la Dra. Fernández le aplicó.
Luis:
- Ya , ya valiente Leónidas, ya pasará.