miércoles, 28 de diciembre de 2011

MIS LECTURAS-Gianni Vattimo- Más allá del sujeto



Este BLOG, LITERATURA Y VIDA, lo inicié el 2 de noviembre del 2011, hace 60 días. En aquel entonces avisé que estaba leyendo varios libros:
OCEANO MAR de ALESSANDRO BARICCO
LA HABANA PARA UN INFANTE DIFUNTO de GUILLERMO CABRERA INFANTE
THE PORTABLE BLAKE, una selección en inglés de los poemas de WILLIAM BLAKE
MITOLOGÍAS de WILLIAM BUTLER YEATS.
MÁS ALLÁ DEL SUJETO de GIANNI VATIMO
LOS AZTECAS, HOMBRE Y TRIBU de VIKTOR VON HAGEN
LA PLENITUD DE LA VIDA de SIMONE DE BEAUVOIR
ATLAS DESCRITO POR EL CIELO de GORAN PETROVIC .
En este período de dos meses, he conversado con ustedes a través de la escritura de estos libros, que he terminado felizmente. Cada uno de ellos me dejó una ola de sensaciones y vivencias, un mundo que recordar y vivir.
El único libro que no comenté, y que ahora hago es el libro de Gianni Vatimo, "MAS ALLÁ DEL SUJETO".




MAS ALLA DEL SUJETO POR G. VIATTIMO
¿Puedes comentar un libro que fascinándote, no puedes leer? En este caso, me fue imposible continuar el libro MAS ALLA DEL SUJETO de Gianni Vattimo, filósofo del postmodernismo y del pensiero debole (pensamiento débil). No cabe duda que Vattimo es influído notablemente por Heidegger y Nietzsche, y que sus ideas son impactantes.
En un mundo donde, yo por lo menos, sigo buscando respuestas, leer a Vattimo representa un golpe emocional e intelectual que no me deja en paz. Y no lo pude leer porque no lo deseara o falta de tiempo, sino porque reconocí que me es necesario un curso profundo de filosofía sobre Heidegger y Nietzsche para comprender a Vattimo.
Sin embargo, las primeras páginas del libro me impresionaron tanto, que al leerlas, guardé el libro y me dije: “Muy importante. Debo leerlo en paz, tomando notas y aplicarlo a mi vida” Llegó el momento de leerlo, ahora a fin de año, época ideal para una recapitulación, el fuerte de Vattimo como filósofo.
Vattimo es uno de los filósofos contemporáneos más importantes. Mi hija en la Universidad, se encuentra concentrada en el estudio de Nietzsche y Heidegger y participará a principios de enero en un coloquio de historiadores. Yo, en cambio, me reconozco imposibilitado para leer a Vattimo. Por ahora, ya que estoy dispuesto a estudiar lo suficiente para comprenderlo, dada su trascendencia contemporánea.




El curriculum vitae de Gianni Vattimo es impresionante: Estudió filosofía en la Universidad de Turín y posteriormente en la de Heidelberg. Discípulo de Hans-Georg Gadamer, es seguidor de la corriente hermenéutica en filosofía. En 1964 inicia la docencia de estética en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Turín. Claramente influido por Heidegger y Nietzsche, Vattimo ha sido profesor universitario en Los Ángeles y Nueva York. Es, asimismo, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Palermo, la Universidad de La Plata (Argentina), la UNED (España) y las universidades Universidad Inca Garcilaso de la Vega y Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú), entre otras, así como miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes. Ha sido colaborador en distintos periódicos italianos. Actualmente es catedrático de Filosofía Teorética en su ciudad natal. Es uno de los principales autores del postmodernismo y considerado el filósofo del pensiero debole (pensamiento débil).
Aquí transmito algunos textos de Vattimo del libro MAS ALLA DEL SUJETO que me impactaron y me dejaron reflexionando:
MAS ALLÁ DEL SUJETO son relecturas de Gianni Vattimo sobre Nietzsche y Heidegger, de la hermenéutica contemporánea unificadas, y que manifiesta interés hacia los elementos “ de decline” que allí se pueden reconocer.
Dice Gianni Vattimo que se trata de repensar la filosofía, pero no dejándonos hipnotizar por sus caracteres “fuertes”- eternidad, evidencia, autoridad, dominio, presencia desplegada- sino usar una concepción diversa, débil, para pensar de manera no negativa sobre la experiencia contemporánea de la civilización de masas: internet, Facebook, twitter, gadgets, postmodernidad.
Gianni Vattimo dice que intenta responder con una lectura ontológica y no sólo sociológica, psicológica, histórico-cultural, de la existencia humana en la condición del siglo XXI, tardomoderna, postmoderna, tecnológica, en la constelación a la que Heidegger llama Ge- Stell ( sitio, pedestal, lugar , pero que dividida la palabra, adquiere otros significados como” dar su lugar” “establecer su sitio”)
Estos textos de G. Vattimo se encuentran en forma de preguntas y respuestas:
LA BOTELLA, LA RED, LA REVOLUCIÓN Y LOS DEBERES DE LA FILOSOFÍA
PREGUNTA.- Wittgenstein ha escrito que la tarea de la filosofía es “enseñar a la mosca a salir de la botella”. Norberto Bobbio en su libro “El problema de la guerra y los caminos de la paz”, en vez de la imagen de la mosca en la botella, usa la del pez en la red. ¿Los hombres son moscas en la botella o peces en la red?




RESPUESTA.- La filosofía no debe ser parte de una ideología que la concibe en términos de hegemonía, una enésima transformación del poder de los filósofos de Platón. Me gusta más la imagen de la red, pero pensando en los hombres no como peces, sino como acróbatas. La red se vuelve trapecio, maraña de caminos que se pueden recorrer.
No existe una liberación mas allá de las apariencias; existe libertad como movilidad entre las apariencias. Nietzsche enseña que ya no se llaman así “ El mundo verdadero se ha hecho fábula y ya no hay ningún ser verdadero que las degrade a mentira y falsedad”
La filosofía debe enseñarnos a movernos en el laberinto o maraña de estos mensajes, haciéndonos vivir cada mensaje singular y cada singular experiencia, en su indisoluble vínculo con todos los otros, en su continuidad con ellos, de la cual depende el sentido de la experiencia.





Viajamos en una nave de la que no sabemos nada del puerto al que se dirige.
La filosofía no puede ni debe enseñar a dónde nos dirigimos, sino a vivir en la condición de quien no se dirige a ninguna parte.
Una segunda pregunta, toca puntos nodales del mundo actual:
PREGUNTA.- ¿Es justo introducir lo mejor por la fuerza?
RESPUESTA.- Este problema pierde sentido si lo que he dicho antes es verdad. Un mejor por la fuerza sigue basado en el modelo del ser-verdadero platónico, que en su validez trascendente podría justificar el sacrificio de la vida, de la solidaridad, de la amistad que, respecto de él, pueden parecer apariencias, valores negativos y obstáculos.
PREGUNTA.- Pero entonces , ¿Ningún compromiso por la transformación?
RESPUESTA.- Debo decir que vistos los horrores producidos por los grandes movimientos revolucionarios, por los profetas armados o desarmados, me siento más bien comprometido con el pasado, por los seres vivos que han vivido y los valores dejados, que hacia una imagen- proyecto de construir el futuro.
PREGUNTA.- ¿Hay dos morales una “absoluta” y una “política”
RESPUESTA.- No tenemos necesidad ni de fanáticos del deber absoluto ni de políticos relativistas y acomodaticios.
Nuestra época post moderna es un mundo en el que valores y opciones absolutas se revelan como entidades míticas y en el que, por otra parte, con la intensificación de la comunicación ya no hay bolsas de absoluta insignificancia de la existencia.


Ahora tengo frente a mi nuevamente 8 libros que espero sean igual o tan maravillosos, interesantes y amenos que los leídos en los últimos dos meses. La lectura y la inmersión en el mundo poético y sensible de la literatura, es un envidiable camino en el océano de la vida.Ya les iré comentando de ellos, mis impresiones y las causas o efectos de los mismos sobre mi espíritu.
ROLAND BARTHES.- MITOLOGÍAS
HARUKI MURAKAMI.- EL FIN DEL MUNDO
WILLIAM B. YEATS.- IDEAS SOBRE EL BIEN Y EL MAL
WILLIAM FAULKNER.- ¡DESCIENDE MOISES!
PAUL BOWLES.- LA TIERRA CALIENTE
ARTURO PEREZ REVERTÉ.- LA CARTA ESFÉRICA
EL LIBRO DE MARCO POLO ANOTADO POR CRISTÓBAL COLÓN
GUSTAVE FLAUBERT.- SALAMBÓ

viernes, 23 de diciembre de 2011

MIS LECTURAS.- GORAN PETROVIC.- Atlas descrito por el cielo








ATLAS DESCRITO POR EL CIELO.- De Goran Petrovic.

¿Cuántos libros has leído que deseas no se terminen? Este primer libro de Goran
Petrovic, ATLAS DESCRITO POR EL CIELO, es uno de esos tesoros.
Estoy seguro que lo debo releer no una, sino varias veces. La magia y la poesía de Goran Petrovic es excelsa. No es un libro que puedas leer de corrido, en una sola
noche literaria, con sus 200 páginas y sus narraciones breves. La única forma
de saborear su obra es igual que tomar agua de un manantial con tus manos: poco
a poco, sorbo a sorbo, sintiendo la frescura, viendo la transparencia del agua
y levantando tu mirada para admirar la belleza del entorno. Este es un libro
donde das gracias a la vida por darte la oportunidad de conocer y gozar esta
joya.
Goran Petrovic tiene tantas similitudes con Borges, con García Marquez. Saber que es bibliotecario en el monasterio Zica, lo lleva del brazo a Borges. Qué puesto tan envidiable.


En la foto, Monasterio de Zica donde es bibliotecario Goran Petrovic

Les presento dos de sus narraciones:


“Ésta es la esposa del gobernante del país Kemit, corregente del señor del cielo Atón, patriarca del rey Akhenaton. Su cuello es la medida de la esbeltez, su tez es
la medida de la ternura, sus labios son la medida de la sensualidad, sus ojos
son la medida de su hermosura, su nombre es Nefertiti. Esta reina, adorno de la
ciudad capital Akhenatón, hace ofrendas al Creador (panes y aceite), pero el único
en el horizonte no acepta las dádivas con sus manos de sol. La voluntad de Atón
es descansar su brillo en los ojos grandes de Nefertiti. Al Dios le es conocido
lo que el mortal ignora: una bandada de golondrinas en cada ojo de la reina
transmitirá Su luz por el espacio y el tiempo. De esa manera, allí, mucho más
lejos del país Qus y de Nubia, allende el mar y aún mucho, mucho después, los
no instruidos comprenderán a través de estos ojos que el sol es la medida de la
eternidad”



oOo
“Se acabó el
arte exhibicionista. Terminaron sus exposiciones simples con la modesta
esperanza de despertar siquiera una exposición menor ante los ojos del público.
Se acabó esa necesidad vergonzosa e indigna por mostrarse ante las pupilas y
corazones ajenos. ¡Llega una nueva época! ¡Reinarán nuevas relaciones! A la
escena saldrá el nuevo arte: ¡el arte del voyeurismo! Las obras artísticas observarán
al público. Imparables como los virus, penetrarán por todas las cavidades
accesibles, por los poros y los lugares poco defendidos. El público será lo que
se expone sobre la palma de la mano. Las palabras de la literatura espiarán las
almas dentro de la gente. La música soltará sus redes, que van a enredar las
emociones. Los cuadros engendrarán otros cuadros en las cabezas de los
visitantes. Las obras artísticas amarán, castigarán, harán el amor, forzarán
las almas y los cuerpos humanos a las profundidades o alturas como si no
pesaran más o menos que los plumones. Ante el arte que se preparaba miles de
años para realizar esta revolución, el género humano únicamente puede firmar la
capitulación. En caso contrario, va a experimentar el terrible destino del Vacío
final.”


En la foto, monasterio de Zica, donde es bibliotecario Goran Petrovic

viernes, 9 de diciembre de 2011

MIS LECTURAS.- W.B. Yeats- Mitologías



William Butler Yeats, es el poeta nacional de Irlanda. Su extraordinaria cualidad de ser culto y a la vez coloquial, le da una furza que perdura a través de los años. MITOLOGÍAS, es un libro que reúne las obras que W.B. Yeats dedicó a la recolección y estudio del folklore irlandés.
La edición de FELMAR traducida ppor Fernando Robles, reúne 7 mitologías: El crepúsculo celta, La rosa secreta, Leyendas de Hanrajan el rojo, La rosa alquímica, Las tablas de la Ley, La adoración de los magos y Per amica silentia lunae.
La lectura de Yeats en prosa es agradable, amena y fácil. Sus narraciones son cortas y a la vez sencillas y profundas. Yeats dice que los cuentos folklóricos no son otra cosa que poesía popular pura, y por ello él, un poeta, se siente vanagloriado al investigarlas, protegerlas y publicarlas.




Yeats mantiene a través de estas páginas, su visión de fundar y afirmar una personalidad irlandesa radicalmente opuesta a la cultura británica, utilizando el sentir de su pueblo, redefiniendo los valores estéticos y sensibles del pueblo irlandés.




Les presento uno de los breves relatos de W.B. Yeats:
MUJERES BELLAS, ALTIVAS.
Cierto día, una mujer que yo conozco se encontró cara a cara con la belleza heróica, la superior belleza de la dice William Blake es la que menos cambia desde la juventud a la edad avanzada, belleza que se ha ido borrando de todas las artes desde que esa decadencia que nosotros llamamos el progreso ha instalado en su lugar a la belleza voluptuosa. Estaba ella asomada a la ventana, mirando hacia el Knocknerea, en donde se dice que fué enterrada la reina Maeva, cuando vió, como me explicó más tarde, " a la mujer más bella que jamás has podido ver, viniendo directamente por el campo a través desde las montañas y marchando recto hacia mí".




La mujer llevaba una espada al costado y una daga empuñada en la mano, e iba vestida de blanco, desnudos los brazos y piernas.
Tenía una apariencia de mujer bastante " fuerte, pero no amenazante", es decir, "no cruel".
La vieja mujer había visto al gigante de Irlanda y comparaba. "aunque siendo hombre impresionante" no era nada comparado con ésta mujer, "porque aquel era demasiado redondo e incapaz de tener una marcha tan marcial"
La vieja se cubrió la cara con las manos para frotarse los ojos, y cuando se los destapó, la aparición se había desvanecido. Los vecinos estuvieron "furiosos contra ella" - me dijo - porque no esperó para ver si ella traía algún mensaje, ya que todos estaban seguros que era la reina Maeva, que con frecuencia se les aparecía a los navegantes.

martes, 6 de diciembre de 2011

MIS CUENTOS- SANDUNGA






SANDUNGA

Consuelo arrojaba maíz a los cuatro puerquitos color rosa en el corral. Previamente había lavado y barrido el lugar donde jugueteaban a brincos. El sol comenzaba el día a través de las palmeras y la selva. Vestía una enagua roja que se recogía entre las piernas, descalza, con los senos al aire, turgentes.
La tía Petrona le llamó y Consuelo corrió hacia ella. Tomó la jícara , una enagua azul y juntas fueron al río. El sonido del agua cristalina corriendo entre las raíces de los juncos vibraba melodioso. Las acamayas se escondían entre las piedras del fondo y los cardúmenes se movían en zig zag. Una iguana las observaba mientras Consuelo se quitaba la enagua y desnuda se adentraba en el lecho acuífero.




La tía Petrona se agachó, tomó una piedra del río con cada mano y se fue a un promontorio. Su tarea, vigilar que ningún curioso se acercara a interrumpir el baño de Consuelo, quien a sus diecisiete años y sus ojos verdes era el blanco de las miradas cuando iba a la plaza.
En un matorral, escuchó pisadas. Lanzó una piedra y gritó.
¡Tuuxa ti’ miati ! ¡Nagasi ruxhii cabe yanni !
De la selva salieron seis soldados del gobierno . Cuatro se abalanzaron sobre Consuelo que trató de correr hacia la orilla y dos con sus mosquetes paralizaron a tía Petrona.
Cargaron a Consuelo quien desnuda, arañaba, golpeaba , mordía y pateaba. Uno a uno, los seis la violaron en turno, rolándose para apuntar con sus armas a Tía Petrona.
Tía Petrona se lanzó sobre los violadores gritando. Un disparó sonó . Cayó sobre el río, manchando el agua de rojo intenso, mientras los peces se escondían en el fondo de las piedras y la iguana se perdía entre las hojas de palmera.


La guarnición fue tomada por sorpresa. Era la hora de la siesta y el sol encandilaba la selva. Nada se movía en el campamento y solo los ronquidos se escuchaban. El vigía fue el primero en dormirse, ante la intensidad de mediodía. Los zapotecos llegaron sigilosos y con el machete, cortaron una a una las cabezas, con movimientos diestros y rápidos. Sólo siete de los soldados se movieron antes de quedar decapitados. El sonido de las cigarras inició el refrescar de la tarde. Como llegaron, los juchitecos se fueron.
Juchitán nunca perdona los escarnios.
Corría el mes de junio de 1869.




En la capital, Oaxaca, el gobernador Félix, tomaba un cognac después de la comida. Le faltaba solo un año para dejar el cargo.
Se presenta el cabo Gutiérrez, quien cuadrándose le dice:
“Con la novedad mi general, que la guarnición de Juchitán fue muerta totalmente, Todos decapitados por los tecos.”
-¡Carajo!
En eso, le pasan el teléfono. Benito Juárez, presidente de México, molesto, le pregunta :
-¿Qué sucede general?
Félix Díaz le dice:
- Los zapotecos de Juchitán Sr. Presidente. Se levantaron para separarse y tener un gobierno independiente . Sólo con balas entenderán. Yo me encargo Sr. Presidente . En veinte días le doy la novedad de todo aplacado. Se necesita cortar de raíz ese vandalismo.
Hacía tres años apenas que el 23 de junio Félix Díaz había entrado cabalgando a la ciudad de México con su hermano Porfirio al lado, 2 días después del fusilamiento de Maximiliano, Miramón y Mejía.
Félix y Porfirio acababan de derrotar en la Antequera de Puebla a los invasores.
-¡ Mierda con los tecos!, dijo Félix al colgar el teléfono.


Los españoles, al construir el templo con los juchitecos colocaron a San Vicente Ferrer como patrono.
La iglesia, blanca, impecable, tiene una fachada de dos columnas, un portón de nogal y dos ventanales en línea. Decenas de palomas vuelan alborotadas por el tañer de las campanas que llaman a Misa. Es el primer domingo de diciembre de 1869.




Juchitán está de fiesta al iniciarse el mes de la Natividad del niño Jesús. Las banderitas de papel picado de diferentes colores adornan las calles.
Los dominicos decidieron que San Vicente Ferrer fuera el patrono de Juchitán. Algunos deseaban colocar en su lugar al santo Santiago, pero Santiago había estado al frente de las batallas dirigiendo a Hernán Cortés, y los Juchitecos sabían esa historia. Siendo de naturaleza indómita los locales, prefirieron que San Vicente cuidara el pueblo. San Vicente había logrado en su natal Valencia, que los matrimonios dejaran de pelear. Su milagro era sencillo, le decía a las valencianas: Cuando tu marido grite, reza un padrenuestro y tres avemarías en silencio sin mover los labios. Si continúa gritando, vuelve a rezar un padre nuestro y tres avemarías sin mover los labios. Así, hasta que veas que el animal se aplaca, porque el milagro se ha logrado. Y sucedía. Como para pelear se necesitan dos, finalmente los maridos se daban la media vuelta y salían de la casa, furiosos, cansados y sedientos de tanto gritar, dirigiéndose a la taberna más cercana.





Félix Díaz avanza por el camino de tierra que uniría Oaxaca con Tehuantepec y que aún no terminaba. Iba al frente presuroso y molesto. Le había prometido a Juárez acabar en 20 días con la rebelión, y había tardado quince días en integrar sus fuerzas.
Además, Juárez no le contestaba al teléfono. Sabía que su esposa, Margarita, estaba muy enferma en cama, pero no era motivo suficiente para no responder a sus llamadas. Logró que el yerno cubano, Pedro Santacilia, casado con Manuela, la hija de Juárez, le contestara:
-General Félix, haga lo conveniente. El Sr presidente en este momento no sabe dónde tiene la cabeza y no se separa del lecho de mi suegra. Si ya le avisó usted, avance .
Así que prefirió terminar este molesto inconveniente. Y pensar que les construía el camino para unir a estos salvajes con la capital Oaxaca. Su traje de paño, con chaquetilla, calzoneras con botonadura lateral, ceñidor y botas , estaba lleno de polvo, mientras el sol sin piedad caía sobre el destacamento al trote. Cuando escuchó las campanadas de la iglesia , ordenó el galope.
Los niños zapotecos jugaban en ronda, para saber quien de ellos sería Maximiliano a quien fusilarían.
Juanita señalaba con su dedito a cada niño mientras contaba:
-Usía, dosía, tresía, cuatrana,manzana, turrucu tu pie, chin malin, chin malacata, Dios por fin, ¡Chilacayota!
Todos los niños corrieron sin regresar, incluyendo al que había perdido y le tocaba hacer de Maximiliano, quien tomó de la mano a Juanita , huyendo juntos.
Félix entró a Juchitán en medio del clima seco y polvoriento. Tomó su reata con la mano izquierda y con la derecha abrió el lazo picando las espuelas de su caballo hacia la entrada del templo. Se escucharon furiosos los cascos de Palomino sobre los mosaicos , mientras Félix, a 6 metros del altar, lanzó con maestría la cuerda de henequén hacia el altar, enlazando a San Vicente Ferrer por la cintura.
Dió dos vueltas a la reata alrededor de la montura, con la mano izquierda hizo girar la cabeza de Palomino y salió a galope tendido por la puerta, con un grito estentóreo ¡Yiiiiijaaaa!
San Vicente Ferrer se partió en pedazos. Los brazos, piernas, cabeza, quedaron regados en el camino.
Y al galope, regresó a sus filas. Justo a tiempo. Se escucharon disparos por los cuatro lados del pueblo y los soldados caían heridos o muertos.
Félix Díaz ordenó la retirada. Mientras el trompeta tocaba , los heridos y muertos del escuadrón dibujaban una línea por el sendero .
La campaña fue difícil. El 27, 28 y 29 de diciembre, Félix Díaz ordenó siete cargas contra Juchitán. Las siete veces fueron rechazados. Los Jiménez y los Cartas conocían bien todos los vericuetos de entrada al pueblo, y unas veces desde las palmeras de cocoteros, otras desde los corrales o saliendo de los pozos, siempre rechazaban con fuego certero y cruzado a Félix. Nunca los encontraban en el mismo lugar, cambiando permanentemente las tácticas juchitecas
El chato Félix, estaba desesperado y furioso.
- ¿Cómo carajos?
Ordenó incendiar el pueblo.
- Así saldrán esos desgraciados . En cuanto salgan, extermínenlos.
La última carga fue con gasolina en las monturas. Las tropas vaciaban la gasolina y le prendían fuego .Primero fue el templo de San Vicente Ferrer. Las llamas se extendieron por las casas vecinas y el pueblo empezó a incendiarse. Las familias, niños, mujeres, ancianos, corrían aterrorizados hacia el río, saliendo despavoridos de sus casas. Los soldados los arrinconaron ante la corriente, mientras algunos juchitecos se lanzaban a nado para tratar de atravesarlo y salvarse. Los disparos aislados de los soldados, los mataban tiñendo de rojo las aguas. Félix Díaz ordenó atacar a bayoneta calada al pueblo inerme y decenas de juchitecos murieron esa tarde.





- ¡Oiga general Félix! ¿A quien se le ocurre?
- Juárez gritaba furioso al otro lado de la línea. -
Me devuelve ahora mismo ese santo a los Juchitecos. No es momento de guerras en el sureste.

- Sí señor presidente.

Ya el año pasado, en julio de 1869, Félix Díaz había destruido catorce retablos del templo de Santo Domingo en la capital del Estado. La tropa saqueó pinturas, muebles y esculturas de arte colonial y Juárez había hablado con él, pidiéndole no volver a alborotar de esa manera.
Colgando Juárez, Félix Díaz llamó a Pedro el cubano.
- Mire don Pedro, esos tecos quieren nombrar a sus autoridades y quieren poner a los Jiménez y los Cartas, que son los mas broncos del pueblo. Mejor aplacarlos. El Sr. Presidente no me dejó explicarle.

La voz tranquila de Pedro Santacilia se escuchó al otro lado de la línea.
- General Félix, es mejor calmar los ánimos allá en Juchitán. El Sr presidente termina su período en un año, y él está confiado en su capacidad para tener tranquila a Oaxaca, incluyendo a los tecos. Yo entiendo lo que sucedió, pero ahora le recomiendo seguir las indicaciones del Sr. Presidente.


Los juchitecos habían recogido a sus familiares y por más que buscaron, no encontraron restos de San Vicente Ferrer.
Albino Jiménez y Benigno Cartas, tomaron, el primero su saxofón y el segundo su trombón, y se unieron a la banda que tocando música acompañó al pueblo a enterrar a las familias. Eran tantos los muertos, que en un ataúd colocaban a varios niños y a otros los llevaban enrollados con un petate. Jacinto Vargas encendía los cohetes que subían con un silbido y terminaban en explosiones lejanas.

Las notas melancólicas de La Sandunga se escucharon en la procesión del entierro. Todo el pueblo iba detrás de los músicos.

Ay! sandunga
Sandunga, tu amor yo quiero
Si no me lo das, sandunga
Sandunga, de amor me muero
¡Ay! sandunga
Sandunga, no seas tan cruel
Y no me niegues, sandunga
Tu boca que sabe a miel
Me paso la noche en vela
Soñando que soy tu dueño
Y luego por la mañana
Comprendo que ha sido un sueño
¡Ay! sandunga
Sandunga, tu amor yo quiero
Si no me lo das, sandunga
Sandunga, de amor me muero
¡Ay! sandunga
Sandunga, no seas tan cruel
Y no me niegues, sandunga
Tu boca que sabe a miel
La noche que nos besamos
A orillas de la laguna
Celosa por vernos juntos
No quiso salir la luna
¡Ay! sandunga
Sandunga, tu amor yo quiero
Si no me lo das, sandunga
Sandunga, de amor me muero
¡Ay! sandunga
Sandunga, no seas tan cruel
Y no me niegues, sandunga
Tu boca que sabe a miel
¡Ay, ay, bigu xhi pé scarú
jma pa ñaca me guiña dó
jma pa ñoo me ndani zuquii
nanixha ñahua laame yanna dxi!

Toda la tarde , Albino, Jacinto, Benigno y otros juchitecos, bebieron silenciosos mezcal, mientras Consuelo, Herminia, Chona y otras paisanas colocaban flores en el altar de la casa del pueblo, escuchando a las plañideras que habían llegado de Tehuantepec formando un coro griego de llantos

El 30 de diciembre fue el entierro . Al día siguiente, en la mañana apareció en los muros de la iglesia y en las palmeras del camino, una proclama firmada por Félix Díaz.

Félix Díaz, general de brigada y gobernador constitucional del estado, a los habitantes del distrito de Juchitán:
Testigo presencial de los acontecimientos que han tenido lugar en esta población, y persuadido de que la mayor parte de los que permanecen en las filas de los trastornadores del orden público, son personas seducidas y engañadas por unos cuantos ambiciosos que sin más objeto que su beneficio particular han sacrificado la quietud, los intereses y hasta la sangre de sus hermanos, poniéndolos al frente del gobierno legítimo para cumplir ellos por su parte con sus depravados proyectos.
Después de haber observado la destrucción del pueblo, ocasionada, cono sabéis, por aquellos cabecillas, que en nada ha influido ni pudo influir en las bien organizadas fuerzas del gobierno; el resultado de tantos esfuerzos que los enemigos del orden han hecho sobre esta plaza, sin más fruto que su propia derrota y desmoralización; y por último, considerando que multitud de familias inofensivas han quedado en la orfandad, vagando por los campos, sin esperanza de ninguna especie, y el pueblo privado de gran parte de sus brazos para atender a su engrandecimiento y felicidad, no puede menos que dirigirles la palabra, en cumplimiento de los deberes que tiene de conservar la sociedad, y ofrecerles el indulto y olvido de sus pasajeros descarríos, a condición de que se presenten ante este gobierno, haciendo entrega de las armas que existan en su poder, seguros de que no serán molestados en manera alguna, dedicándose tranquilamente a sus trabajos.
Juchitán, diciembre 30 de 1870
Los días 31 de diciembre y 1 de enero, las calles del pueblo incendiado se vieron vacías. Nadie quiso salir ese día. Tan solo don Facundo salió con su burro a repartir leche en algunas casas. Higinio Chiñas puso su bandera roja en la puerta para avisar que había matado una vaca para los que quisieran carne .
En la ciudad de México, el padre Francisco acaba de desayunar su chocolate caliente con pan de yema en su parroquia de San Cosme. Sube las escaleras del refertorio y se acerca a las 3 pequeñas puertas de cristal con cortinillas que contienen los santos óleos:
El santo Crisma para ordenaciones, confirmaciones y bautizos, el óleo de los catecúmenos para ungir a los que están preparándose para el bautismo y el óleo de los enfermos, usado también en la unción de los próximos a morir. Todos habían sido debidamente consagrados por el Obispo Diego de la diócesis en la Misa Crismal del año pasado. Llama a Hermenegildo el sacristán y le dice:
-Llevas estos óleos a casa del Presidente Juárez. Yo estaré ahí a las 11.00 en cuanto me vista .
Benito Juárez llamó ese día a su yerno Pedro :
-Dile a Miguel que no estaré esta mañana en el despacho. Margarita se agravó y el Dr. Riquelme me dijo llamara a la familia.
Se dirigió a la recámara donde yacía Margarita, consciente, con la cabeza sobre dos almohadones. La rodeaban Nela la esposa de Pedro, María de Jesús, Margarita. Soledad y Josefa. También estaba Susana, la hija de su primer matrimonio y adoptada con cariño por Margarita. A Benito de trece años se le envió a la escuela, para estar lejos en estos momentos. Eran las 10.30 de la mañana; no había querido desayunar.
A las 3 de la tarde, Margarita lo llamó con los ojos hundidos y él acercándose a sus oídos, escuchó que le decía:
“ Cuidas de las hijas. Les cumples el deseo de casarse por la iglesia”
Benito lloró en silencio y le dijo: “Te pondrás bien, cariño, te pondrás bien.”
Margarita recibió los santos óleos suministrados por el padre Francisco.
A las 4 de la tarde, Margarita murió.
Caminando por el pasillo con macetones de Azucenas que cuidaba Margarita, Benito habló con Pedro Santacilia:
-No quiero que se envíen esquelas. Diles a los amigos que no lo hagan. Quiero discreción en este momento, Pedro.
- Sí, presidente- Contestó Pedro.
Miguel Lerdo de Tejada estaba en su despacho, atendiendo a los mercaderes que deseaban un aumento del huachinango de Veracruz, porque era invierno. Contestó el teléfono y habló con Pedro:
- No es posible eso, Pedro. Margarita era muy querida por todos, una gran persona y el país debe saberlo. Yo ordenaré la publicación a mi nombre y responsabilidad. Si puedes, se lo dices a Juárez. Ya ves que no acepta comunicaciones.
Así se supo de la muerte de Margarita. Todo el país entró en luto. Félix Díaz ya no pudo dar el informe a Benito Juárez de su indulto a los juchitecos.
Benito Juárez no se presentó a su trabajo durante 7 días. Al octavo, Miguel Lerdo de Tejada, Secretario de Relaciones Exteriores, se acercó a él:
-Presidente, este año son las elecciones . Como ya te platiqué, he pensado lanzarme como candidato y te traigo mi renuncia. Te agradezco todo el apoyo que me has dado en estos años. Tomo en cuenta que tu me comentas que estás cansado de esto.
-Miguel, te entiendo. Gracias por el apoyo. Hemos pasado buenos momentos estos nueve años. Te aviso que yo también me lanzo. Sin Margarita, la casa está vacía: allá no haría nada sin ella y aquí en la presidencia siempre habrá actividad. Serás un buen contendiente. Eso sí,- le dijo con una palmada en un hombro de Miguel- ganas y me das Relaciones Exteriores.
Los dos se rieron y Miguel Lerdo salió contento . Al día siguiente, renunció al Partido Liberal de Juárez y fundó el Partido Lerdista. Miguel iniciaba su campaña; estaba seguro de ganar la Presidencia. Ya muchos no querían la reelección de Juárez . Eran demasiados años en el poder.
El Chato Félix Díaz habló por teléfono:
“ Le va a llegar una cabeza suegro, no se asuste. Se trata de San Vicente Ferrer de Juchitán . Viera usted como lo capturé a la primera. ¿Se acuerda cuando lazábamos toros en la Noria con mi hermano Porfirio? No, pues hubiera visto esta lazada y no se la creería. Aquello fue nada. Tengo que devolver los pedazos a Juchitán, para que el indio no siga con sus enojos, pero la cabeza es su regalo. Así no se olvida de este su yerno. Un abrazo. Por ahí lo visito en dos semanas, porque Elizabeth quiere verlo.
Acababa de colgar y sonó el teléfono. Le llamaba desde la Noria su hermano Porfirio.
- ¿Cómo ves Chato? La tercera es la vencida. ¿Nos lanzamos nuevamente para la presidencia ?
- Claro hermano, cuenta conmigo.- Le dice contento Félix- Seguramente Chiapas , Guerrero y yo en Oaxaca te apoyamos.

La tía Herminia presurosa llegó a la casa de Albino.
- Acaban de traer el cuerpo de San Vicente . Por eso el repicar de campanas . Así y toda quemada la Parroquia, le van a hacer una misa de perdón. Vieras en qué cajita tan pequeña llegó. Como si fuera un angelito, todo pedacitos pero sin cabeza. Don Facundo dice que él se encarga de hacerle una cabecita igual, pero tardará 30 días para subirlo al altar. Ya se fue Consuelo a ofrecer flores, yo voy al rato. Allá te espero. ¿le avisas a Benigno?
Todo el pueblo salió hacia los restos ennegrecidos de la Iglesia . Durante los siguientes 4 días, Juchitán vivió de fiesta.
Las elecciones se realizaron el 27 de agosto de ese año de 1871.
Porfirio al día siguiente se declaró ganador en La Noria. En Oaxaca, su hermano Félix dio un discurso felicitándolo.
En el Teatro Nacional, Miguel proclamó el triunfo. Sus amigos y seguidores más cercanos lo acompañaron a brindar al Bar la Opera, que se inauguró en el mes de junio de ese año.
Juárez permaneció esa semana en su casa de San Cosme . Ahí continuó resolviendo los problemas cotidianos del gobierno y no hizo ninguna declaración aunque se la pidieron periódicos extranjeros y nacionales.
El 27 de octubre, sesenta días después de las elecciones, se dieron los resultados:
Benito Juárez: 5,837 votos
Porfirio Díaz: 3,555 votos
Miguel Lerdo de Tejada: 2,874 votos.
El día siguiente, miércoles, Benito Juárez fue a su despacho en la presidencia y llamó a Lerdo de Tejada:
-¿Cómo estás Miguel?
-Bien Presidente. Lo bailado nadie nos lo quita.
-Fue una buena contienda. Te pido me sigas ayudando en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
-Lo que digas, presidente. Cuenta conmigo.
Mañana iniciamos campaña contra el oaxaqueño. Seguro va a respingar. Va a suceder como la revuelta de febrero de este año, cuando Francisco Aguirre en San Luis Potosí.
- Que nos dura.
Juárez llamó a Sóstenes Rocha, el general que había derrotado a Trinidad García, colaborador de Francisco Aguirre, en sus revueltas contra el gobierno.
- Nos vamos hacia Oaxaca, general.
- A la orden, Sr. Presidente. ¿A la Noria o al Gobernador?- Pregunta Sóstenes Rocha.
- A los dos- Le contesta Juárez.

Tal como había predicho Benito, Porfirio lanzó el 8 de Noviembre su Plan de la Noria.
- Pónganle Plan de La Noria, total, aquí estamos ¿no?
- También le puedes poner Plan Oaxaca, Porfirio- comentó el Chato.
- No, porque se confunde con el indio . La bandera es No reelección.


La rebelión inició. Apenas llegó a sus oficinas, Félix fue enterado por Juan Robles que dos divisiones de tropas federales estaban a cinco kilómetros de Oaxaca, una de Sóstenes Rocha y otra del Ignacio Alatorre.
- Sóstenes Rocha persiguió la caballería de tu hermano Porfirio, y éste se fue hacia el centro del país.
- ¡Carajo! Vamos a perder, el indio nos va a aplastar, pero quiero darle a mi hermano esta última prueba de afecto.
- Lo que es el indio nos friega.


El Chato Félix y Juan Robles, avanzaban a machete por la selva. Llevaban tres días de camino. Félix, se había caído en un barranco cuando una piedra se desprendió con el peso de la alforja de monedas de plata que llevaba en la espalda. El tesoro se fue al fondo. Juan Robles lo ayudó a salir. Le vendó el tobillo y tuvieron que esperar a que el dolor pasara. Con el tobillo inflamado, siguieron camino, Juan Robles cargándolo y cortando camino entre la selva .
Atrás Félix había dejado esposa, hermanos y amigos. La pequeña escolta con la que salieron de Oaxaca, los había abandonado llevándose una de las alforjas con dinero. Tenían que llegar a Puerto Angel y tomar el Barco Adamy, para salir del país.
Albino Jiménez y Benigno Cartas iban a galope tendido junto con otros cuarenta y dos juchitecos. Nadie hablaba. Estaban por llegar a Puerto Angel. Tomasa, de la servidumbre de Félix, les había hecho llegar la noticia. El Chato huía despavorido. Había salido con una escolta de cinco miembros y con Juan Robles de Oaxaca al amanecer. Tomasa misma le dio las cuatro alforjas que Félix presuroso, llenó de dinero.





Félix Díaz y Juan Robles llegaron a Puerto Angel dos días después. Félix no caminaba, se arrastraba sostenido por Juan . El barco Adamy había zarpado sin ellos.
- Vámonos al bosque Tonameca. Nos escondemos y esperamos el siguiente barco.
- Viene en diez días. Sirve que te alivias del pie. Yo consigo por aquí algo con el peluquero del pueblo.

Albino y Benigno cruzaron Salina Cruz, galoparon hasta Crucecita y ahí se dividieron en dos pinzas. Una al mando de Albino con veinte hombres, otra al mando de Benigno con veintidos.
Al atardecer, sin ruido, sin necesidad de armas, encontraron a Juan Robles sentado al lado de Félix Díaz, quien dormía con la pierna vendada y ensangrentada.
Era el 14 de enero de 1872, apenas catorce días después de que Félix salió de Oaxaca.
Albino con el machete dibujó una cruz en las plantas de los pies de un hambriento y agotado Félix Díaz, obligándolo a caminar . Durante el retorno, los azotaban y escupían. Al caer, con el lado del machete los obligaban a levantarse. Entre insultos le decían
- ¡Acuérdate de San Vicente!
Las campanas de la parroquia llamaron al pueblo de Juchitán a reunirse. Por la calle principal, entró a galope Albino Jiménez. Traía el cuerpo de Félix Díaz amarrado por los tobillos, arrastrándolo igual que Félix hizo con San Vicente Ferrer. La misma saña, el mismo fin. La piel en girones, desmembrados las piernas , los brazos y la cabeza, ensangrentado, con al piel color de tierra y dejando un sendero de sangre, murió Félix Díaz.
En Pochutla llegó una pequeña caja de madera, con un cadáver irreconocible, los genitales arrancados y colocados en la boca. Junto a esta caja, llegó un ataúd de pino con el cuerpo completo de Juan Robles, fusilado.
El comentario del nuevo gobernador de Oaxaca, publicado en el periódico fue:
“ Si bien es sensible la muerte de un hombre, la de este señor era necesaria, por tantos males que ha causado y hoy Oaxaca respirará en paz”


Cuatro años después, Porfirio Díaz gobernaba México. El general Oceguera se presentó ante él con un hombre atado de las manos y los pies.
- Señor presidente. Con la novedad que hemos hecho prisionero a este hombre, Albino Jiménez. Este juchiteco mató a su hermano el General Félix Díaz.
Porfirio Díaz contestó:
“ Suéltenlo. Yo en política no tengo amores ni odios”.